EL CANON DIGITAL

El canon digital entra hoy en vigor sin superar la polémica
Consumidores e internautas lamentan su puesta en marcha en un momento de "recesión económica" y denuncian la "mercantilización" de la cultura.

El CD y el DVD estarán gravados desde hoy con un canon digital de 0,17 y 0,44 euros, respectivamente, mientras que los teléfonos móviles o PDA que dispongan de MP3 lo estarán con 1,10 euros y los MP3 y MP4 con 3,15 euros, según ha establecido el Gobierno. Las tarifas figuran en la orden ministerial del Ministerio de la Presidencia, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y que, con más de un año de retraso, regula los soportes digitales sujetos al pago del canon por copia privada y las cuantías en cada uno de ellos, tal como estableció la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que entró en vigor el 29 de julio de 2006. Esta nueva norma estará en vigor, en principio, hasta el 31 de diciembre de 2009, momento en el que una comisión interministerial revisará la lista de dispositivos gravados y sus tasas.
Estas tarifas mantienen en general la propuesta inicial de los Ministerios de Cultura e Industria, anunciada el pasado mes de diciembre y que en estos meses ha sido estudiada por el Consejo de Consumidores y Usuarios y el Ministerio de Economía y Hacienda.
En esta relación de soportes y tarifas se propone también que los DVD-R pasen de estar gravados con 0,60 euros a 0,44 euros, mientras que para los escáner se mantiene un canon de 9 euros; las grabadoras de CD seguirán con el mismo canon, 0,60 euros; mientras que las grabadoras de CD y DVD pasan de pagar 6,61 a 3,40 euros. El récord lo sustentan las impresoras multifunción, gravadas a partir de ahora con 15 euros, y los discos duros externos, gravados con 12 euros.
El canon digital, que ingresarán las entidades de gestión de derechos de autor, pretende compensar a los autores por los ingresos que dejan de percibir cuando se hace una copia de su obra. Teóricamente lo debe de pagar el fabricante, aunque obviamente éste termina repercutiendo en el precio final que paga el consumidor.